Gracias por cada una de tus acciones que me hicieron sentir tan viva, por las ilusiones, por los besos, por tus brazos que me protegían. Quiero que sepas que aunque me duele tu ausencia, eres de esas personas que valen la pena, que vales las risas, que vales el tiempo, que vales la vida. Sé que cometí errores, que a pesar de mi amor, que equivoque con mis acciones, perdona por mis berrinches, por mi necedad, por mis celos, pero es que no podía lidiar con la idea de perderte, sé que si pensarlo, te hice daño, sé que te lastime, que algunas veces te desespere, sé que falle y por mi inmadurez, te perdí. Te escribo todo esto, no porque quiera que sientas culpa o remordimiento por ya no amarme como yo quisiera, sé que hay sentimientos que no prosperan. Hoy te dejo libre, de mis manías, de mis canciones, de mis errores; te dejo ir porque sé que entre los dos ya no hay marcha atrás, porque sé que no puedo aferrarme a un amor que se parte por la mitad. Justo ahora me siento rota, tan sola, pero estoy consciente de que solo yo podré reconstruir mis sentimientos, que solo yo seré quien cure mis tormentos. Ya llegará el momento de volver a volar, de volver a amar. De corazón deseo que seas feliz, que encuentres el amor, que alguien llegue a ti para hacerte reír, para hacerte volar, que te haga olvidar los sinsabores que te hice pasar. Nunca olvides que por siempre te amaré, que guardaré en mi mente cada beso, cada sonrisa, cada caricia.
Te dejo libre amor mío, te deseo mucha suerte y un gran camino.
