¿Cómo CULTIVAR una HUERTA?

¿CÓMO? Se empieza trabajando el SUELO, que es el “intestino de las plantas”. Un suelo sano es sinónimo de una huerta sana. Los componentes esenciales del suelo son: Materia Orgánica, Minerales y Micro-organismos. Para lograr un buen sustrato utilizá 50% de compost o humus de lombriz y 50% de tierra negra. Recordá la importancia de que la tierra esté suelta y con buena estructura para el cultivo de la huerta. El suelo tiene que tener MULCHING o COBERTURA, que es una capa de material seco (hojas secas, pastos secos, etc) para protegerlo del sol directo y conservar la humedad. Imitamos al mantillo de los bosques. El DRENAJE es muy importante sobre todo si la huerta es en maceta, ya que evita el posible estancamiento e inundación que perjudica mucho a las plantas. Si no lo tiene, ¡Es importante que lo hagas! A excepción que uses macetas textiles que liberan el agua progresivamente por sus poros. Hay dos tipos de SIEMBRA, directa: es decir que se siembra en el lugar definitivo, respetando la distancia que requerirán las futuras plantas. En almácigos: las semillas son sembradas en macetas, bandejas o plugs y cuando salen las primeras hojas son trasplantadas al lugar definitivo. Pautas generales para la siembra directa paso a paso Se puede sembrar en la maceta o el suelo directamente. Sembrar a una profundidad equivalente al doble del diámetro de la semilla seleccionada. Colocar 2 o 3 semillas por pozo. Cubrir con tierra y proteger con mulching o cobertura. Regar suavemente, manteniendo constante la humedad en el suelo. La base de CULTIVAR de forma orgánica la huerta es la prevención, por lo que lo principal va a ser ofrecer a las plantas las condiciones óptimas para su desarrollo: luz, nutrientes, espacios, suelo y riego apropiado, entre otras. Una planta sana y bien nutrida tiene mejores defensas para soportar el avance de una plaga o enfermedad. En la huerta orgánica se intenta, a través de diferentes prácticas, que el sistema se autorregule, como ocurre en un ecosistema natural. Además, se recomienda poner en práctica las siguientes técnicas Promover la biodiversidad de la huerta, colocando distintas hortalizas y aromáticas. Se puede además colocar aromática como lavanda, romero, salvia, ruda, ajenjo y orégano y flores de colores amarillo o naranja, como por ejemplo las caléndulas y los copetes, las que atraen insectos beneficiosos para la huerta. Utilizar buenas asociaciones dentro de la huerta, colocando juntas a plantas que se benefician entre sí, o distanciando aquellas que pueden competir. Esto permite aprovechar mejor el espacio, equilibrá los nutrientes de las plantas y evitá la formación de plagas. Tener un buen sustrato: suelto y fértil a través de la incorporación de abonos orgánicos, como lombricompuestos.